Las vidas de Terrel Williams y Prichard Colon cambiaron para siempre luego de su pelea el 17 de octubre de 2015.
Colón recibió múltiples golpes ilegales en la nuca. A pesar de contárselo al árbitro, le dijeron que «se encargara él mismo». Los golpes ilegales de Williams continuaron y ‘Digget’ fue derribado en los últimos asaltos de su pelea.
Colón de alguna manera logró ponerse de pie, pero se quejó de sentirse mareado. Sin embargo, el médico de primera fila lo autorizó a pelear. En el noveno asalto de la pelea, su esquina decidió quitarse los guantes y detener la pelea. Después de la pelea, ‘Digget’ comenzó a vomitar y fue llevado al hospital donde le diagnosticaron hemorragia cerebral y entró en coma durante más de 200 días.
Vale la pena señalar que Colón ha mostrado un progreso constante pero lento en su recuperación. A partir de ahora, está al cuidado de su madre y utiliza una silla de ruedas motorizada para moverse. Si bien la vida ha sido dura para el jugador de 31 años, tampoco ha sido tan fácil para Williams.
Williams ha sido crucificado desde la pelea, especialmente por la familia de Prichard Colon. Hablando sobre cómo su pelea contra Colón impactó su vida durante una entrevista en 2018, Williams dijo lo siguiente (H/T WBN):
“Rezo por Prichard todos los días. Eso nunca va a cambiar. No le deseo más que paz y salud. Nadie quiere que lo que le pasó a Prichard le pase a nadie. Todos los boxeadores son hermanos. Nunca haría daño intencionalmente a alguien de esa manera».
Añadió:
“Pero se han dicho muchas cosas maliciosas sobre mí, especialmente por parte de la familia Colón. Si así es como van a afrontarlo y les ayuda a sanar, entonces eso es lo que es».
